miércoles, 23 de noviembre de 2022

¿Qué son las piedras energéticas?

Son sostenes energéticos que permiten nutrir y dinamizar procesos espirituales, emocionales y/o mentales llevados a cabo por nuestro registro áurico”, decía Agustín Sinópoli, lector akáshico y responsable del curso sobre cristales en Capacitarte.

¿Cómo limpiar los cristales energéticos?

Hay varias formas de limpiar los cristales a través de diversos métodos; siempre se tiene que tener en cuenta su naturaleza hidrofóbica, es decir si es apto para sumergir en el elemento agua, ya que es el principal agente limpiador.

El concepto básico es sumergirlo en un cuenco transparente y agua dejarlo mínimo 3 horas; podés optar por utilizar sal y/o hierbas que ayuden al proceso.

Si el cristal no es apto para el agua, podemos hacerlo con el elemento aire a través de un sahúmo: hierbas como la ruda y cítricos son excelentes limpiadoras. También se puede limpiar con el fuego intencionado alguna vela o en la tierra, apoyándolos o enterrándolos por unas horas.

Se sugiere hacer limpiezas con agua, sahúmo o velas y para recargas, utilizar la tierra, enterrándolos. Incluso si tenés una drusa de amatista o cuarzo cristal, colocarlo encima, ya que las drusas tiene un potencial para movilizar energías.

Las lunas llenas y nuevas tiene un poderoso quantum energético para nutrir los campos de energía de los cristales, así como el sol; si queremos cargarlo de energía de acción, sugiero hacerlo al sol directo mínimo media hora y que sea el sol desde las 8 hasta 11 de la mañana idealmente.

Por otra parte, conviene "programar" las piedras para que cumplan con un objetivo específico. Para ello, hay que tomarlas con la mano y expresar alguna frase en la que se dedica el cristal a un propósito determinado.

¿Existen distintos tipos de cristales?

 Hay varias formas de limpiar los cristales a través de diversos métodos; siempre se tiene que tener en cuenta su naturaleza hidrofóbica, es decir si es apto para sumergir en el elemento agua, ya que es el principal agente limpiador.

El concepto básico es sumergirlo en un cuenco transparente y agua dejarlo mínimo 3 horas; podes optar por utilizar sal y/o hierbas que ayuden al proceso.

Si el cristal no es apto para el agua, podemos hacerlo con el elemento aire a través de un sahúmo: hierbas como la ruda y cítricos son excelentes limpiadoras. También se puede limpiar con el fuego intencionado alguna vela o en la tierra, apoyándolos o enterrándolos por unas horas.

Sinópoli sugiere hacer limpiezas con agua, sahúmo o velas y para recargas, utilizar la tierra, enterrándolos. Incluso si tenés una drusa de amatista o cuarzo cristal, colocarlo encima, ya que las drusas tiene un potencial para movilizar energías.

Las lunas llenas y nuevas tiene un poderoso quantum energético para nutrir los campos de energía de los cristales, así como el sol; si queremos cargarlo de energía de acción, sugiero hacerlo al sol directo mínimo media hora y que sea el sol desde las 8 hasta 11 de la mañana idealmente.

Por otra parte, conviene "programar" las piedras para que cumplan con un objetivo específico. Para ello, hay que tomarlas con la mano y expresar alguna frase en la que se dedica el cristal a un propósito determinado.

Cristales y chakras

Las piedras energéticas también tienen relación con los siete chakras, o lugares del cuerpo donde ocurre un cruce de energía. La litoterapia, basada en el uso de piedras, es una manera de restablecer el equilibrio entre mente y cuerpo.


Las piedras rojas, como el rubí, se relacionan con el chakra raíz (la base de la columna vertebral);

las anaranjadas, como la cornalina o el topacio, con el chakra sacro (debajo del ombligo);

las amarillas, como el ámbar, con el chakra del plexo solar (debajo del esternón);

las rosas y verdes, como la malaquita o el cuarzo rosa, con el chakra del corazón;

las azules cielo, como aguamarina, con el chakra de la garganta;

las azules índigo, como lapislázuli o zafiro, con el chakra del tercer ojo (en medio de la frente) y

las púrpuras y blancas, como amatista, con el chakra de la corona (el cráneo).